Un espacio de celebración entre amigos. Un sueño que se vuelve cerveza.
El espíritu artesanal es una llama interna que alimentamos día a día, desde aquel año 1998. Y quizás desde mucho antes. Lo consideramos parte de nuestro estilo de vida, que nos impulsa a pensar siempre en cómo hacer mejores recetas y experiencias, porque ya es parte de nuestro ADN.
Hace tiempo queríamos tener un espacio donde pudiéramos cocinar esas cervezas diferentes, probar nuevas materias primas y técnicas de cocción. Y, al mismo tiempo, enseñar. Esto último es la base de cultivo en éste oficio que tanto amamos: formar a una nueva generación de futuros cerveceros, sean propios o de cualquier parte del mundo. Damos lo que somos.
Entonces, armamos nuestra Planta Piloto; de una escala perfecta de 500 litros, de pura experimentación. Se trata de transmitir ésta pasión por la cerveza artesanal al mismo tiempo que innovamos, diseñamos o simplemente jugamos; porque el poder de la imaginación en pleno juego nos hace infinitos. Éste nuevo proyecto es fruto de todo eso.
Esta Planta Piloto, ubicada dentro de nuestra Fábrica del Parque, nos recuerda mucho al primer equipo que tuvimos allá por el año 1998: por su pequeña escala y por ser manual. Un “volver a los orígenes”, cuando ante la ausencia de proveedores, diseñábamos y construíamos todo nuestro equipamiento.
Con el tiempo aprendimos que nos entusiasma hacer cervezas en colaboración. Por eso invitamos a nuestros mejores amigos a acompañarnos en ésta nueva locura, ya que también será un espacio de celebración. Nos encanta invitar a cada uno de los compañeros que fuimos sumando en el camino para que vengan a cocinar a nuestra “plantita” para aprender juntos!